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10 Si a un esclavo se le examina constantemente,
no saldrá sin azotes;
así también, el que jura y nombra a Dios continuamente
no quedará libre de pecado.
11 El que jura con frecuencia, se llenará de culpa,
y el castigo no se alejará de su casa.
Si jura por descuido, es responsable de su falta;
si lo hace por ligereza, peca doblemente,
y si jura en falso, resultará culpable;
sobre su casa lloverán desgracias.
12 Hay palabras que equivalen a la muerte;
¡que nunca se pronuncien en el pueblo de Jacob!
Los piadosos evitan todo esto
y no se revuelcan en el pecado.

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